Los proyectos de automatización industrial, así como los proyectos que se llevan a cabo para implementar sistemas de visión artificial o de Internet of Things (IoT) en la industria, implican unos cambios organizacionales que no siempre son fáciles de asumir por los trabajadores de la empresa.

Es cierto que en cualquier empresa los cambios comportan, en el mejor de los casos, un periodo de incertidumbre y adaptación difícil de gestionar. Pero en el caso de los proyectos industriales nos atrevemos a decir que esta motivación e implicación por parte de los trabajadores es todavía más crítica, ya que de ella puede depender el éxito o el fracaso del proyecto.

Y no, no estamos exagerando: la implementación con éxito de nuevas tecnologías, y el hecho de que tengan los resultados esperados, depende en gran medida de la gestión que hagan en su día a día las personas responsables de esta tecnología.

En el caso de la industria, por sus características, estos cambios suelen ser más complejos: se trata de implementar nuevas tecnologías, a menudo punteras, en un sector poco acostumbrado a los cambios y con los procesos tradicionales muy asimilados. Podríamos decir que es un sector poco acostumbrado a salir de la zona de confort, y que ahora se ve inmerso en una transformación tecnológica desconocida hasta el momento: visión artificial, internet of things, robótica…

¿Cómo podemos facilitar el cambio?

Aunque cada organización es un mundo, hay algunos consejos que nos pueden facilitar el proceso de cambio, incluso en empresas pequeñas o en proyectos de automatización industrial sencillos.

  1. El compromiso es esencial. Pero el compromiso nos lo tenemos que ganar, no se puede pedir ni imponer. Tiene que haber comunicación, confianza y respeto entre los trabajadores y la dirección.
  2. Las personas se tienen que sentir parte del cambio. Esto se traduce, básicamente, en implicarlas desde el inicio del proceso; en algunos casos, con personas clave, incluso desde la toma de decisiones.
  3. La comunicación es la piedra angular del proceso de cambio. Las explicaciones a lo largo de todo el proceso de cambio tienen que ser claras, transparentes y proactivas.
  4. Identifica a las personas críticas para la buena marcha del proyecto. Ya sean operarios, técnicos, responsables… El cambio puede ser un proceso duro a nivel personal. Intenta alinear las metas de la empresa con las de los trabajadores implicados.
  5. Forma para enseñar y para generar confianza. Hay que dar a los trabajadores las herramientas y recursos para utilizar la tecnología, pero la formación también es un canal para transmitir confianza e implicar en el cambio. Haz que se sientan capaces de asumirlo.

La forma más efectiva de realizar este cambio y aplicar estos conceptos al proyecto es implicar a la ingeniería que lo desarrolla para que nos ayude a transmitirlo al resto de trabajadores. Por ejemplo, en MCR, además de plantear e implementar el proyecto, asesoramos desde el inicio a la dirección en el cambio organizacional que comporta, porque sabemos por experiencia que es una pieza fundamental en el éxito de este.

El principal obstáculo de un cambio organizacional

El miedo suele ser el principal obstáculo a la hora de implementar un cambio en una empresa: miedo a lo desconocido, y a lo que supondrá para nosotros, miedo a la pérdida de poder, miedo a que invadan nuestro “territorio” o simplemente miedo a perder el trabajo o a que el cambio nos suponga un empeoramiento de las condiciones de trabajo o de salario.

El problema es que los trabajadores no suelen expresar estos miedos de forma explícita, y es trabajo de la dirección de la empresa intentar preverlas y desmentirlas antes de que se consoliden y afecten al buen desarrollo del proyecto.

En cualquier proyecto, ya sea de automatización industrial, de visión artificial, de IoT…, es muy importante tener en cuenta a los trabajadores que, de una forma u otra, tendrán que lidiar en su día a día con esta nueva tecnología.

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